Como muchas otras cosas, algo que caracteriza al ser humano es la inconformidad, y por más que se luche contra ella, siempre se quedará latente en nuestro subconsciente aunque intentemos suprimirla. Por ejemplo, el color de los ojos es algo que a muchos acompleja porque quisieran tenerlos de otro color que para su criterio es más bello o más atractivo al que tienen en realidad.
Hace algunos años atrás había una moda muy marcada en la que era bastante común observar que las personas utilizaban lentes de contacto, que no era precisamente para corregir la visión específicamente, puesto que se utilizaban más que todo para cambiar el color del iris al colocarse este tipo de lentes.
Este método en su momento fue todo un éxito para aquellas personas que quisieron verse diferentes en cierto sentido, con el cual pudieron sentirse a gusto al tener el color de ojos que siempre habían soñado.
Sin embargo, el método de los lentes de contacto presentaba un problema, y era que no son del todo permanentes, ya que estos lentes deben sacarse de los ojos para asearlos y sobre todo para descansar de ellos debido a que pueden ser irritantes.
Por esta razón, se han creado otras formas para cambiar el color del iris. Uno de ellos consiste en aplicar una infusión natural en los ojos que se hace con 1 limón, 2 bolsitas de té de manzanilla y una botella de agua estéril o purificada. Con estos ingredientes se prepara una infusión de manzanilla a la cual debes agregarle sólo 3 gotas de limón, debes esperar a que se enfríe para verterlo en un gotero y una vez lista se debe conservar en el refrigerador, renovando la infusión cada 5 días. No se debe abusar de esta infusión, se dice que es recomendable aplicar dos gotas en cada ojo en la noche y se van a ver resultados al cabo de 3 meses.
No obstante, siempre es recomendable consultar con tu médico antes de empezar un tratamiento como este. Es probable que te sugieran otros métodos más actualizados y confiables que utilizan procedimientos con láser que pueden ser incluso más seguros para ti.