Los símbolos femeninos y masculinos están en todas partes,
que van desde indicar baños exclusivos para un género en particular, cubiertas
de libros, colgantes, llaveros y logotipos de empresas como Volvo.
Pero lo que mucha gente no sabe es cuando se comenzaron a
utilizar estos símbolos para designar el género y la verdad es que existe mucho
simbolismo al respecto de la forma de estas líneas.
Aunque en un principio tenían un significado completamente
diferente, ya que consistía en representación de los planetas, los elementos y
los dioses, estos símbolos son muy antiguos y se remontan al comienzo de la
civilización.
Los pueblos antiguos, mediante la observación del movimiento
de los cuerpos celestes, interpretaban un cambio correspondiente en los acontecimientos
que tenían lugar en el planeta y comenzaron a formular la hipótesis de que
existía una relación de causa y efecto en el desplazamiento. Con base en eso,
comenzaron a estudiar mejor los cielos para tratar de predecir los cambios que
podían venir en el futuro.
Sin embargo, dichos signos solamente comenzaron a ser
asociados con masculino y femenino muchos años después. El primero en
apropiarse de los símbolos para designar masculino y femenino en la biología
fue Carl Linnaeus, considerado el padre de la taxonomía moderna.
Linneo utilizó las señales en una tesis llamada Plantae
hybridae en 1751. En la publicación, utilizó los signos como una manera de
ahorrar espacio y tiempo. Se le dio el símbolo de Marte para designar macho,
hembra a Venus y Mercurio al hermafrodita.