Entonces fue cuando, estando soltera, aprovechó las leyes vigentes en Melbourne, en el estado de Victoria, Australia, que permite a mujeres sin pareja optar por una fecundación in vitro a través de un banco de espera de donantes anónimos.
Ella comentó que no vio fotos, que solo le mostraron un perfil con algunos datos como edad, descripción física y a que dedicaba, tenía una tres opciones y elegí la que mejor me pareció, comentó la madres dijo Aminah al Daily Mail.
Producto de este proceso, a los 9 meses nació Leila, una hermosa bebe, de aspecto muy diferente a la madre. La nina es de tez blanca y pelo rubio y su madre morena. “Pensé que no podía tener una guagua rubia. Las mujeres negras no tienen guaguas rubias”, comentó a ABC.Aminah es hija de una australiana y un indio que se separaron en los 60, y ellas nunca más pudieron contactarlo, a pesar de los esfuerzo. El haber vivido esta experiencia, hizo que despertara en ella el deseo de darle a su hija la oportunidad de conocer a su papá biológico. Recibió la colaboración de su madre y emprendieron la búsqueda del padre.
El donante era un granjero llamado Scott Andersen y residía a unos 140 Km de Melbourne. Luego de enviarle un mail explicándole el caso, Scott accedió a conocer a Leila cuando ella cumpliera un año de edad.
La unión entre padre e hija fue tal, que se hizo inevitable hacer estos encuentros más seguido y así fue como ambos acordaron que Scott sería un papá presente en la vida de la niña y no pasó mucho tiempo para que Scott y Aminah comenzaran a salir. Nos enamoramos. Ha sido una experiencia surrealista, pero increíble”, concluyó la mujer.