El rústico de caucho grueso de mediados del siglo XIX, ya no se usa. El más popular es el de látex natural. Están también los condones de poliuretano y polisopreno, para los penes alérgicos.
Los novedosos y costosos preservativos de tripa de cordero son rechazados por los vegetarianos por provenir de animales sacrificados para el consumo humano (ahora también el consumo sexual), pero son elogiados por los puristas de las emociones, que dicen alcanzar con ellos un clímax más intenso y natural.
Con el condón de tripas de ovejas y corderos, en cierto modo el forrito volvió a sus orígenes, ya que los intestinos de los animales estuvieron entre los primeros materiales utilizados como preservativos. Uno no muy usado e inseguro fue el que inventó Gabriel Falopio en el siglo XVI, que debía ser amarrado con una cuerda. Quizá confiando en ellos, el músico Gaetano Donizetti y el célebre aventurero y seductor Giacomo Casanova, paisanos de Falopio, contrajeron la sífilis que arruinó sus vidas.
Continuando con la mejora del condón, el último grito es un preservativo ultra fino elaborado con un ingrediente de una planta autóctona de Australia, es un nuevo preservativo que los australianos han logrado fabricar a partir de la planta Spinifex, el condón promete seguir dando guerra de manera natural y con mayor sensibilidad para quien lo utiliza.
Fuente: bigbam.net