Hasta los 9 años la hija del narcotraficante más famoso del mundo se llamó Manuela Escobar Henao. Después de la muerte de su papá y su exilio en Argentina pasó a llamarse Juana Manuela Marroquín Santos. En sus 31 años de vida las únicas imágenes que se conocían eran las de su infancia.
En estos 22 años de estar viviendo en el país gaucho, de ella solo se habían filtrado un par de datos: Que cuando sus amigos de colegio descubrieron que era la hija del capo le comenzaron a hacer tanto bullying que debió retirarse y empezar a recibir clases con profesores particulares en un austero apartamento.
Pero además, que el encierro la volvió tan ensimismada y sensible que el día que su mamá y su hermano decidieron darle la cara al planeta, ella se negó por completo a brindar cualquier declaración, a salir en televisión y ni siquiera a mostrar su cara en alguna fotografía. Sin embargo, es difícil contrarrestar los embates de la curiosidad.
Fuente: cosasraras.net