Esta enorme cápsula fue enterrada con un mensaje que dice “No abrir hasta el año 2957” y
a pesar de que fue encontrada por las autoridades de la institución,
han decidido respetar el mensaje de los autores y dejarla reposar en el
museo de Instituto, con la esperanza de que llegado ese año, los
investigadores del futuro, puedan recibir este agradable mensaje.
Pero sin embargo, sí que fue revelado el contenido de la cápsula,
y los investigadores han afirmado que en su interior contiene revistas
científicas de la época, penicilina artificial, algunas monedas y algo
llamado criotón, que según afirmaban ambos científicos, sería el
reemplazó de los tubos de radio y transistores en el futuro. Todo este
contenido se encuentra resguardado dentro de la cápsula,
junto con una carta que habla de las innovaciones de aquella época,
para que quienes la abran, tengan el privilegio de dar un salto al
pasado.
Para que estos materiales se mantengan
en buen estado un milenio, los creadores han decidió resguardar la
misma, con argón en su interior y además introdujeron algunos isotopos
de carbón C14 para que la identificación de la fecha, sea mucho más
sencilla.
Aunque nos encantaría ser los descubridores de las maravillas que debe contener esta cápsula,
nuestra generación no será la encargada de descubrirlos, sino más bien,
los científicos del futuro que verán cómo funcionaban las cosas en
aquella época. La cápsula que había sido enterrada hace
ya varias décadas, fue encontrada durante las labores de mantenimiento y
además ha sido tratada con sumo cuidado, para colocarla en exhibición
del museo y permitir que los ciudadanos puedan pasar a ver el contenido
que se deja mostrar por la parte exterior de la misma, pero sin poder
abrirla.
fuente: curiosidadescuriosas.net